

Perdidos en el lenguaje
He asistido a un webinar organizado por un banco
a fin de presentar lo que los expertos llaman el futuro
de la gestión de los recursos humanos después de la Covid.
Me invitan porque soy cliente de dicho banco y lo primero que me sorprende es ver a un importante dirigente del área de la gestión de las personas hablando del futuro y la importancia de las nuevas tecnologías y que no se haga ninguna referencia al clima que se ha generado en dicho banco con el anuncio de que dentro de nada despedirán o prejubilarán a un cuarto de la plantilla.
Los que somos clientes notamos en el día a día la falta de motivación de quienes antes nos atendían con una sonrisa y hoy no hay nadie que les quite la cara de insatisfacción.
Pero ese problema parece que no existe.
La segunda cuestión que me sorprende es oír hablar de cosas que no existen en el 90 % de las empresas. Completamente lleno de términos en inglés que yo al menos confieso que no entiendo qué significan, a los ponentes se les llena la boca de hablar de la gestión del conocimiento, las políticas de atracción del talento, la resiliencia, etc. etc.
El enorme paro que nos viene encima, la discriminación
hacia los jóvenes y la precarización del mundo del trabajo
en los próximos años ni aparecieron en dicha webinar.
Tengo la impresión que hemos generado una casta en el ámbito de recursos humanos que habla de un mundo irreal y fantástico con reglas y normas que ellos solos conocen, pero que no tiene nada que ver con la vida real.
Me recuerdan al sector de la Imaginería Religiosa, los que fabrican las estatuas e imágenes de los Santos y las Vírgenes. Si van alguna vez a una de sus fábricas, le pueden explicar con exactitud de qué color es la capa de San Antonio, en qué se distingue tal o cual santo o los detalles de cualquier virgen.
Muy pocas cosas de las que utilizan tienen un fundamento histórico, pero sirven para los fieles, que saben distinguir a la primera entre San Pascual o San José, la Virgen del Carmen o la Macarena.